domingo, 19 de junio de 2011

PERIPLO POR EL SUDESTE ASIÁTICO









Una de mis pasiones en esta vida es viajar, y la gente me pregunta a menudo más que por el viaje en si, por una comparativa con otros lugares a lo que respondo que cada sitio tiene su encanto y que es difícil comparar por ejemplo Las Vegas con Beirut o con Ciudad El Cabo. No obstante este último viaje me ha servido para corroborar que la zona en la que más disfruto es en Asia y muy especialmente en el Sudeste Asiático.


Son muchas las razones que hacen olvidar la distancia que nos separa de ellos, tal vez el fuerte choque cultural, la alegría de sus gentes, los precios muy asequibles, los hotelazos así como su servicio, la exquisita comida, lo magníficos masajes, los mercadillos y muy en especial la vida en la calle de la que los mismos oriundos te hacen partícipe y mas si eres español gracias a nuestro futbol (es increíble como en cualquier región, hombres, mujeres y niños pueden conocer a España, a Iniesta, a Raúl, a Gasila (goalkepper) etc)

Tras un palizón de viaje llegamos a Hanoi con unos 34º y un 80% de humedad que aunque parezca extraño no se hacía incomoda y en cuestión de un par de horas estábamos metidos en el centro de esta caótica ciudad donde se ve un tremendo desorden ordenado y donde cada cual sabe por donde tirar a pesar de haber 6 millones de habitantes, 3 millones de motos y muy pocos semáforos. Tu te metes en medio y ellos te esquivan, van pitando todo el día pero a diferencia del mal carácter occidental, son pitos de aviso y de saludo que nadie se toma a mal.




Los magníficos noodles y las mesitas de colegio en la calle para comer o simplemente tomar una cerveza Ba Ba Ba, además de algún que otro templo,









darían paso a una escapadita a la joya de la corona Vienamita: LA BAHIA DE HALONG (a buen seguro incluida en la futura elección de las 7 maravillas naturales)









Navegar por ese entramado de rocas en medio del mar, con un tremendo silencio, te transporta a otra época y ni que decir de la experiencia de adentrarte en las espectaculares grutas bien a pie o bien en kayak para bañarte posteriormente en una especie de laguna digna del mismísimo 007….; una cena a bese de gambas y productos de “su terreta”, vinito francés para no olvidar a los colonizadores y tumbarse en cubierta bajo la luna….

Siguiente destino Hue, antigua capital imperial, que tuvimos que abortar por el cierre de su aeropuerto lo que nos permitió disfrutar un poco mas de Hoy An, un precioso pueblo donde un tercio de la población es sastre, con lo que efectivamente es el sitio adecuado para comprar…., además cuenta con una preciosa playa para nadar recien levantado mientras preparan un gran bufet de desayuno donde nuca falta el arroz, fruta y toda variedad de comida imaginable. Un magnifico atardecer trotando por la playa previo a un pedazo masaje y a una cenita junto al río redondeaba estos días.








Pero también había que ver ciudad y cual mejor que Kuala Lumpur, hogar de las Torres Petronas que tantos años llevaba queriendo conocer. Impresionantes las dos, así como el resto de la city y de sus habitantes los malayos.

Y para terminar un poquito de playa en la añorada Tai, y concretamente en Phuket. Descanso, relax, mas masajes y cenas junto al mar pusieron la guinda a este viaje que a buen seguro repetiremos si Dios quier algún día.










Si alguien quiere info o que le eche un cable pa montarlo ya sabe donde estoy (por el momento).